Xavierdealbert.com ya es una realidad
Desde que nací han pasado muchas cosas. Entre ellas he tenido el honor de ser testigo de la transformación y el auge tecnológico de nuestra especie. He visto como pasábamos de jugar virtualmente a tenis con dos palos y una bolita en un fondo negro, a meterte dentro de un juego fotorrealista con la tecnología VR. He visto como dejamos atrás los cables que nos ataban a un teléfono fijo para dar el salto a videollamadas con móviles cuya tecnología es millones de veces superior al ordenador más potente de hace menos de 15 años. He visto el auge de internet. Y ahí es dónde un joven mini-yo de los 2000, sentado en un pc de un cibercafé, alucinaba con las posibilidades de conectarse en la red. Los chats de «Terra», cuya primera conversación fue con una señora de Latinoamérica me resultaron tan increíbles e imposibles que pensaba que estaba soñando. Los juegos en red, una maravilla. Y como no, mi primera búsqueda por internet en Jumper (pues Google aun era un pollito en desarrollo).
Quiero mi propia página web
Ahora nos paramos a pensar… ¡Esto del Internet es una maravilla! Me estoy conectando con el mundo. Y el mundo debe conocerme. Recalco que por aquel entonces la simple idea de Facebook, Instagram y demás redes sociales ni siquiera existía en los pensamientos de ningún ser humano. La única manera era tener una página web o chatear en foros y chats. Con catorce añitos ya deseaba tener mi propia página web. La visualicé, muchas veces, tratando de mostrar al mundo cosas locas y bizarras. En aquellos días tenía la influencia de sitios web que mostraban más contenido explícito del que ningún adolescente debería haber visto jamás. Cosas que hoy por hoy quedan reservadas a la web profunda. Cosas que trauman a cualquiera.
Juro que me esforcé por entender cómo funcionaba internet. Cómo crear webs. Y pronto me daría de bruces contra una pared muy grande. La programación. Con la edad que tenía entonces, descubrir que programar era una odisea engorrosa de cientos de líneas de código que requerían de ciertos conocimientos me echó para atrás. Dios sabe que lo intenté. Pero pronto me di cuenta de que era un completo ignorante. Aunque lograra programar una web… ¿Cómo la subo a la red? ¿Cómo consigo el dominio? Buf, demasiadas cosas. Y ahí quedó todo.
Evidentemente los años pasan y la tecnología avanza. Hoy por hoy tener una web es tan sencillo como pagar un dominio y un hosting con unos clics y una tarjeta de crédito. (Que tu web sea más o menos chula ya es otro tema). En mi caso con las redes sociales iba más que sobrado. Hasta que llegó la hora de sacar adelante mi primer proyecto discográfico. Esto ya es algo serio. No puedo ir por el mundo sin algo tan básico para cualquier artista que se precie como lo es una página web propia. Y tampoco puedo escribir emails de negocios con un hotmail o un gmail. Seamos honestos, una persona no parece alguien serio, de negocios, si te envía correos con un elbirras69@hottestmail.com. Aunque parezca una tontería, ese tipo de detalles son importantes. Así que para hacer las cosas bien busqué a alguien que me ayudara con la web. Y encontré a alguien que hizo algo más que desarrollar mi marca. Encontré a alguien cuyo talento sobrepasó mis expectativas. Él es Ibón Castillo. A partir de ahora y mientras sea posible, mi diseñador gráfico personal. Cualquier cosa que se me ocurra sacar al mercado va a llevar su creatividad en la portada. Vale la pena echa un ojo a su web Iboncastillo.com sobre todo si tienes intenciones de crear una marca, renovarla, crear una web, un diseño…
Un estreno inmejorable
Y finalmente nos plantamos aquí, en mi propia página web. Para nada se asemeja a lo que había soñado de pequeño. Todo lo contrario. ¡Esto es mucho, pero que mucho mejor!. Contamos con el talento de muchos profesionales del sector artístico. Por un lado, Ibón ha creado una maravilla de web que se ve de lujo tanto en ordenadores, televisiones smart y teléfonos móviles. Las fotografías son obra de Raquel Begué, quien también puedo nombrar definitivamente mi fotógrafa personal. Y como no, sin ánimo de parecer un ególatra narcisista (faltaría más), tenemos a un servidor, Xavier Dealbert, el «alma» de esta web. Reitero, como artista necesitaba tener este pequeño espacio en la inmensidad de la red. Aquí los fans se sentirán como en casa. Y para que quede claro, os muestro brevemente los puntos más interesantes que he querido mostrar.
- Mi historia: Ideal para presentarme como artista y desmentir datos erróneos que otros publicaron por ahí.
- Actualidad: Justo dónde estás. Una forma de comunicar cosas personales directamente de la fuente, el artista.
- Discografía: Aquí van a recopilarse todos mis trabajos discográficos. Espero que con el tiempo se llene mucho.
- Vídeos: Enlaces a los vídeos que creo más relevantes y, quizás, videos exclusivos que solo se alojen aquí.
- Fotos: Una galería fotográfica con las mejores fotos.
- Conciertos: Para que los fans estén al corriente de dónde voy a realizar mis próximas actuaciones sobre los escenarios.
- Tienda: Actualmente en construcción. Estamos mirando maneras de hacer llegar merchandising guapo como camisetas bestiales para que los fans luzcan orgullosos a su artista favorito. Ejem.
- Suscríbete: Importante si quieres enterarte antes que nadie de las novedades más potentes. Nada de Spam. Solo los correos justos. Suscríbete al boletín de noticias. Merecerá la pena, créeme.
- Contacto: Estar en contacto es algo fundamental. Aquí puedes contactar conmigo o con mi equipo para lo que necesites. Si tienes alguna duda rellena el formulario y veremos que nos dices.
Redes sociales
Como ves, esta página web es sencilla, intuitiva, muy útil y efectiva. Mi equipo y yo mismo vamos a tratar de mantenerla siempre activa y actualizada. Por mi parte estaré bastante implicado, así que si eres fan, no dudes en añadirla a tus marcadores y visitarla a menudo.
Igualmente no estaría mal que me siguieras en las distintas redes sociales. Es un valor añadido.
Por mi parte nada más que añadir. Simplemente espero que disfrutes de la estancia en esta web. ¡Te mando un cálido abrazo y un saludo con toda la alegría del mundo!
